29~ De camino a Bodh Gaya: Una aproximación a algo.
- AV
- 2 jun 2023
- 15 Min. de lectura
Actualizado: 31 mar

“Cuando las nubes desaparecen, el cielo se despeja y el sol brilla luminoso… Cuando el sol brilla, ¿quien necesita de la luz artificial? “ Luz sobre los Sutras de Patanjali. B. K. S. Iyengar.
De pobreza y religiones.
9 de enero.
El tren llegó finalmente 6 hs más tarde de lo planeado. Viaje de noche desde Varanasi hasta la estación de Gaya, una ciudad al este de India cerca de Calcuta. Había elegido hacer un Vipassana ahí, un retiro budista de silencio y meditación de 10 días en un monasterio. Sincronicamente, el retiro me había elegido también a mí.
El estado de Bihar es uno de los más humildes de India. El acontecimiento tenía lugar en un pueblito llamado Bodh Gaya, el mismísimo lugar donde el último Buda Siddhartha Gautama alcanzó la iluminación. Un lugar increíblemente devocional de peregrinaciones budistas sin fin, que alberga el templo con el árbol sagrado Bodhi donde Buda se iluminó luego de 49 días meditando. También, un pueblito de campo, muy pacífico, muy pequeño y muy muy pobre. Como siempre, viajaba sola. Había planeado no llegar muy tarde a la estación, pero con la demora no prevista todo había cambiado y llegué a la estación de Gaya a las 3 am. Debía tomar un taxi de unos 30 minutos hasta el pueblo, así que decidí esperar a que se hiciera de día. Entonces, elegí un lugar y me senté a esperar. Nunca había sentido tan de cerca la pobreza como acá. ¿Será porque Kaare me advirtió de esto o simplemente porque abrí más los ojos? Era imposible no sentirlo. Este lugar era distinto. No era como en Rishikesh o otros lugares de India, donde todavía podes ver a los turistas dando vueltas con sus dolares y a los locales que se las rebuscan con ellos, pagando precios más elevados y poniendo un poco de balance a la cuestión.
Este era un pueblo rural muy local y en cuanto te alejabas unos pasos del templo principal- que era casi la única atracción- , todo se sentía doble.

India siempre te confronta con situaciones de pobreza y con personas muy necesitadas, en los rincones de India y no tan rincones. Niños, adultos, personas con malformaciones pidiendo ayuda o con sus cuerpos mutilados tratando de buscarse la vida. Situaciones para las que nunca estamos bien preparados, ni en India ni en ningún lado… ¿Cómo prepararte realmente para eso?
Es difícil hablar de esto y ponerlo en palabras, porque solo puedo hablar por los lugares que conocí y las percepciones que tuve mientras estuve acá, que fueron limitadas en comparación con lo enorme que es India. Así que solo voy a hablar desde mis experiencias, muy lejos de ser totales y socialmente exhaustivas, pero siento la necesidad de ponerlo sobre la mesa y junto a eso, poder pensarlo… Así que lo haré con mi máxima humildad y pidiendo perdón si esto no refleja la realidad toda.
Me he movido mayoritariamente en pueblos y desde esas mis experiencias lo que pude sentir es que quizás por su religión, sus creencias y su estilo de vida las personas no necesitaban tantas cosas materiales para sobrellevar su día a día. El capitalismo masivo y violento no se ve a simple vista en los pueblitos, la vida parece más “fácil” y requiere de menos. Menos tecnología, menos sed de posesiones, menos consumismo, lujo y codicias materiales- claro que la moderna cuidad de Bombay y los sectores ricos de Delhi se verán bastante diferente a esto, por supuesto- pero el capitalismo no luce de esa manera aquí.
Por el contrario, lo que sí se puede sentir son sus efectos. Las repercusiones de la colonia inglesa que India fue, los resultados de la explotación y una libertad muy reciente. Solo 78 años. La edad de mi abuelo; en la historia de un país no es nada.
Me pregunto si es pobreza o es humildad, o quizás una mezcla sabia de ambas.
El ser una colonia inglesa por tantos años les dejó una economía de pocos recursos que fue delimitando junto a su religión un estilo de vida.
Entre todo eso, pareciera que las necesidades de la gente son más espirituales que materiales y lo digo como un halago. Pareciera… Pareciera que se puede sobrevivir más fácil aquí, tanto ellos como uno mismo… Quizás más que nada uno mismo viniendo con moneda extranjera ¿no?, y aquí una vez más empezamos a hablar desde nuestros propios privilegios. Pero pareciera que la codicia, el anhelo y la importancia de posesiones no rige ni la mente ni las conductas de las personas y eso puede sentirse muy fácilmente en la manera en que se relacionan con ellas. No sientes ese impulso inconsciente de apego a las cosas materiales, que aunque trabajamos en ello, todavía nosotros tenemos. Aquí hay una cierta indiferencia hermosa y envidiable a todo esas cosillas que tientan al diablo, que a nosotros nos tienta. Y es por lo menos, inspirador.
Nadie toca tus cosas, nadie toma lo que no es suyo,-incluso aunque lo hayan dejado abandonado-, nadie se regocija con afán cuando encuentra algo que no es propio pero por derechos podría fácilmente serlo, solo ves indiferencia antes esas situaciones. Seguramente no todo India, claro, pero esos fueron rasgos que me han llamado mucho la atención y eso solo ya es algo a destacar.
Pareciera que este estilo de vida es una pulseada al capitalismo feroz…
Quizás la puñalada se la dio el capitalismo a India muchos años atrás y ahora está en proceso de recuperación…
– Cuanto más cosas materiales tenes, más esfuerzo por mantenerlas y el apego crece. ¿Para qué? Si viviendo solo con lo que necesitamos estamos más tranquilos, no necesitamos mas y así tenemos más tiempo y menos presiones…- Sabio.
La vida es más barata y más simple aquí. No se necesitan tantas ropas, ni tantos zapatos, ni tantas cosas materiales, ni tampoco en los pueblos hay tantos lugares donde mostrarlos ni comprarlos, entonces todo se simplifica. Los turistas venimos y caminamos descalzos por la montaña y los caminos de piedras. Conectamos con la naturaleza, la Pachamama y los dioses. Los indios nos miran y se mueren de risa por dentro. Claro que no para todos es así y muchos vienen aquí a comprar cosas baratas y a consumir, tanto cosas materiales como espiritualidad. Para muchos son simplemente unas vacaciones donde se visten con ropas naturales de algodón caro comprado barato y adquieren el doble de todo como si no importara. Porque pueden y porque probablemente no les importa.
Otros intentamos alejarnos de esa gente y estar lo suficientemente advertidos para no convertirnos en eso.

Acá todo es muy sencillo, como si uno no necesitara tanto para ser feliz. Como cuando te vas al medio de la montaña a viajar de mochilero y te das cuenta que al final no necesitabas tanto para sobrevivir, que la vida puede ser menos complicada y más natural. Que con un par de cosas al final te alcanzaba, que para que tanto. Y te sentís más liviano, más libre y con menos preocupaciones. Debería ser algo obvio, pero todavía tenemos que venir a estos lugares para recordárnoslo. Creo que la muchos de nosotros venimos a India a recuperarnos en cierta manera de las coyunturas capitalistas modernas propias que nos devastado. ¿Con qué fin entonces regalar tu tiempo entregando tus horas en búsqueda solo de posesiones materiales? Si al final no tienen tanto sentido como creíamos, si se puede vivir de otra manera. Con otro propósito y más significado.
Quizás eso es lo que sentimos los turistas cuando venimos a India,- a India y a muchos de esos pueblos rebeldes alejados del consumismo sin sentido.- Quizás por eso nos quedamos tanto tiempo acá, porque al final es eso: TIEMPO. Una desintoxicación del mundo capitalista y una vuelta a los orígenes y hacia uno mismo, con el agregado invaluable de su espiritualidad, de su magnifico caos que nos enseña aunque no queramos y una gran dosis Magia India. Tiempo robado en una burbuja suspendida en el aire.
La religión ayuda en esta forma de pensar, está inmerso en su cultura desde muchas vertientes: los Vedas,- las antiguas escrituras sagradas hindúes -, la renuncia a las posesiones, el budismo y los principios esenciales del Yoga:
Ahimsa (no violencia),
Aparigraha (desapego y austeridad),
Santosha ( gratitud y contentamiento),
Satya ( verdad)
Tapas ( disciplina)
Isvara Pranidhana ( rendición hacia un poder superior).
Los Yama y Niyama, las reglas éticas de conducta yógica y de disciplina personal que se enumeran en los Sutras de Patanjali, uno de los libros sagrados- la verdadera biblia del Yoga.-
Desde el otro lado pero hacia la misma dirección, los preceptos budistas y el camino del Dhama, que desde otras perspectivas nos invitan a despertarnos de la ilusión material que pisamos cada día, a entendernos a nosotros mismos y a la realidad desde nuestra verdadera esencia, poniendo al prójimo a la misma altura que nosotros mismos.
Y aquí los preceptos budistas:
No matar a ningún ser vivo y respetar la vida.
No robar ni apropiarse de algo que pertenece a otros.
Abstenerse de conducta sexual incorrecta.
No mentir o usar lenguaje en forma dañina
Abstenerse de consumir intoxicantes que nublen la mente .
Bastante parecido a los mandamientos cristianos, pero pareciera que acá por lo menos para algunos, son un poco más parte de la vida real.
La realización –o lo verdaderamente importante– esta puesto en el plano espiritual, lo que orienta la mente y moldea las conductas. Aunque muchos lo desconozcan, esta transformación se arraiga a través de la práctica, dando forma, poco a poco, a una cultura de desapego. La realización- o lo verdaderamente importante- está puesto en el plano espiritual y en la religión, y eso le da una dirección a la mente y moldea las conductas. Y aunque muchos lo desconozcan en profundidad, estas nociones se van haciendo carne a través de las prácticas, dando forma a una cultura de desapego.
Lo que puedo decir- o por lo menos pensar- es que para muchos, los afortunados, los disciplinados, los que van en búsqueda de un camino espiritual, lo material no es el verdadero objetivo como en otros lugares, e India es un terreno más que propicio para cultivar eso. El triunfo está en otro lado. No es el dinero, ni los bienes, ni cuánto has "progresado en tu vida" lo que marca el éxito. La realización personal, la espiritualidad, el samadhi, el moksha, el nirvana o la iluminación dependiendo desde que tradición lo sigas, no están puestas ahí, y cuando esto se llega a entender y a alcanzar- aunque sea en un grado mínimo-, eso ya empieza a colmar. Claro que no es un camino fácil ni sencillo, pero al menos entender hacia dónde y para qué caminamos es minímamente motivador.
La utopía que está en el horizonte, como diría Eduardo Galeano susurrándonos al oído: “Cuando camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar…”
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“El conocimiento que se adquiere a través de los sentidos, la mente y el intelecto es insignificante comparado con el que emana la visión del que ve.
Se trata de un auténtico conocimiento intuitivo.
Cuando las nubes desaparecen, el cielo se despeja y el sol brilla luminoso…
Cuando el sol brilla, ¿ quien necesita de la luz artificial?”
Luz sobre los Sutras de Patañjali. B. K. S. Iyengar

Si el éxito material no es el objetivo, si podemos buscar la realización en otro lado es por lo menos un poco más esperanzador. Si esta vida no es lo único que hay, si la realización espiritual está en el cese del sufrimiento y en la evolución del alma, hay cosas más importantes por las que preocuparse. Y eso, desde muchas tradiciones distintas, los une a todos los creyentes, que son la mayoría de India. Tanto a los ricos como a los más humildes.
Entonces la religión, sus dioses y ese creer en algo, salva.
Ese creer en algo que perdimos catastróficamente en muchísimos lugares del mundo, que muchas veces hace de la vida un sin sentido.
Y entonces venimos acá, buscando eso, volver a creer.
–Hay muchas pruebas científicas que demuestran que el alma evoluciona, que prueban la reencarnación- Me dijo un amigo enumerando varios experimentos que mi mente bloqueó casi automáticamente en el mismo instante que él me lo dijo. -Poco me importan esos números te voy a ser sincera. Al final creo que al final ni siquiera me importa tanto la exhaustiva veracidad o no, ni cuan probado está. Lo que tiene más valor para mí es la finalidad. Elijo creer en eso porque le da un sentido más profundo a mi vida. Le da un camino, una causa. Una manera de mirar y una existencia. Si lo entendés de esa manera como ellos lo ven, cada cosa que pasa en la vida te está mostrando algo. Cada error, cada dificultad, cada sufrimiento tiene un significado. Me levanto cada día pensando que esta vida es un aprendizaje y así, todo se me vuelve más comprensible, más soportable, más liviano, más vivible. Me da una razón, un motivo y fundamentalmente me da esperanza.
–Cada vez que me levanto, siento que un hombre me golpea el hombro y me dice: ¡Bienvenido al regalo de la vida! ¡Estás vivo un día más, esto es una bendición! ¿Como vas a celebrar eso hoy?

Entonces...
¿Cuál es la evolución del alma?
El budismo y una parte del hinduismo también,- cada uno a su manera y en formas menos simplificadas- entienden que el sufrimiento es causado por la ignorancia: la incomprensión sobre la verdadera naturaleza de las cosas, de una forma errónea de entender la realidad y a nosotros mismos. De pensarnos separados del entorno, del Poder Supremo, de Dios, del Universo, de la realidad material o como quieras llamarlo, otorgándole – y otorgándonos también- características falsas, ilusorias. Según el budismo: inherentes, absolutas y permanentes. Equivocadas, pero tomadas como reales e incuestionables. El trabajo introspectivo -y de liberación- sera entonces empezar a cuestionar todas esas "verdades" que adoptamos por tanto tiempo, a través del estudio, la meditación y la nuestra sadhana- la propia practica espiritual-
El camino a recorrer es el del autodescubrimiento, la autoindagación, el reconocimiento de lo que ya somos. Ese cristal inmaculado que ya es nuestra esencia y que solo debemos pulir, limpiar, sacar brillo para que vuelva de nuevo a su naturaleza: transparente. Y creo que es ahí, a través de distintos nombres y técnicas donde convergen muchas de las tradiciones espirituales: Los Yoga Sutras de Patañjali, el budismo, el hinduismo Advaita Vedanta o de la no dualidad, entre otras.
Entonces, el camino verdadero del espíritu,- del alma o de la consciencia, según donde nos paremos- , tiene que ver más con una re-conducción: con alcanzar la disolución del Ego para que eso encerrado en este cuerpo-envase pueda comprender y asimilar la verdadera naturaleza de las cosas : la propia y en espejo, la de realidad.
Ese ir más allá de las ilusiones que nuestra mente y nuestro "yo" perciben.
Una camino de apertura de conciencia.
Desde el budismo, tendrá que ver con comprender la impermanencia, el vacío de existencia de las cosas, la insustancialidad, la ecuanimidad, la ley natural del Karma y la interdependencia.
Desde una mirada más "hinduísta" o yóguica, será realizar la Unión con el Poder Supremo, con la divinidad. Unión que como vemos siempre existió pero por ignorancia, desconocemos u olvidamos.
La disolución del Ego, el reconocimiento de la no dualidad entre nosotros y lo divino, y el desapego de lo material.
Es interesante ver como con distintos nombres y especificidades, ambas tradiciones hablan casi de lo mismo. Todos los caminos conducen a Roma. Entonces el paso por la tierra tiene que ver con volver a la fuente, con recordar, re-conectar, en otras palabras, con volver a lo más profundo de quienes somos. Me agradan estas ideas. En un mundo moderno donde todo nos impulsa a sanar, a transformarnos, a reconstruirnos, a re-diseñarnos, este parecería el camino inverso. Un camino de ir hacia atrás, de hacer "menos", de parar. Seguramente el mayor desafío en los tiempos que corren. "No hay destino, porque nunca te fuiste: Eres lo que buscas" ( Astvakar Gita) Supremo.

La reencarnación, las múltiples vidas, la existencia cíclica o la rueda del Samsara es el camino de esa evolución del espíritu, y todas las oportunidades que tiene nuestra alma para aprehender eso, para finalmente liberarse. Entonces podemos pensar que el camino es superar la dualidad entre nuestra conciencia y la realidad externa, dualidad que solo existe en nuestra mente producto del Ego y la idea de una falsa individualidad.
Trascender el cuerpo, la mente, el "yo" y fundirse en esa unión última para experimentar la paz de una felicidad genuina, quienes realmente somos. Cada tradición lo explica a su manera y con sus propias técnicas, pero el rumbo va en el mismo sentido.
“Dios está adentro tuyo” Lo escuchamos en todos lados, en distintas religiones, incluso en el Cristianismo. Una de las ramas de corriente hinduista, en particular la Advaita Vedanta o No Dual, plantea que no hay separación entre Dios (Brahman) y el alma individual (Atman). Ambos están conectados por la misma naturaleza divina y la separación es solo una ilusión. De ahí que debemos comprender- y principalmente sentir- que el potencial de Dios, de lo divino, también habita en nosotros y que "solo" debemos quitarnos las capas de polvo y confusión para simplemente ver. Nosotros también somos Dios. No hay diferencia en la esencia solo en magnitudes, y por supuesto, para realizarlo tenemos que vibrar- y una vez más, vivir- en consecuencia y coincidencia con eso. Que Dios o eso mas grande que nosotros- Poder superior, Todo, Universo, Realidad suprema, Consciencia universal– no es algo "afuera" para alcanzar, esta ya dentro nuestro. Entonces cuando vamos hacia "afuera" en realidad estamos equivocando el camino. Si Dios esta adentro, es hacia ahí donde va el camino del espíritu.

Desde una perspectiva budista, sufrimos producto de nuestra incomprensión por la realidad,- ¡y no solo eso!- por la sustiticion por una realidad falsa que se sobrepone a esta. Luego sufrimos por el apego- inadecuado- a esa realidad ilusoria, y por eso es que nos sentimos separados, aislados, incompletos, diminutos: sufrientes.
Erróneamente, creemos que somos nuestro "yo", nuestro Ego y que eso tiene forma, permanencia y sustancia. Y en consecuencia, creemos que somos cada una de las sensaciones que nos habían: que somos nuestras emociones y pensamientos, que éstas también son sustanciales y permanentes, y nos identificamos aún más con ellas.
Y luego, para rematar el cuento- que visto así lo parece- creemos que por espejo, la realidad y sus objetos materiales también son sustanciales y permanentes.
Sí, toda una cadena dominó de ilusiones inverosímiles.
Y ahí, en afán de alcanzar esos objetos que experimentamos como "reales, permanentes y sustanciales" desarrollamos un apego exagerado a ellos, por temor a perderlos, enalteciendo cualidades que nunca tuvieron.
¿El desenlace de la historia?
Cada vez que no tenemos lo que queremos, eso que en realidad es imposible porque desde el principio fue una ilusión, sufrimos. Y eso, puede ser muy seguido o muy intenso.
Joder, que parece un cuento¿no?... pero es real. Es la historia de nuestra vida, lo vivimos bastante seguido.
Entonces para desarmar la ilusión debemos volver al punto 0.
¿Parece sencillo? Todos sabemos que no lo es ¿verdad? Porque esa realidad se nos ha hecho tan carne que parece la única posible.
Será un camino profundo de mucho estudio, meditación, introspección y una constante examinación de la realidad para poder realmente conmover los cimientos de tal ignorancia.
Nos la pasamos peleando una batalla equivocada, como si lo "real" se jugará ahí, pero estamos asistiendo al partido incorrecto. Entramos en una rueda de hámster que ni siquiera nos pertenece- o nos pertenece tanto que ni siquiera la percibimos-. Un mundo de principios falsos, de deseos sin fin y vacíos que no se pueden colmar por estructura. Imposible de darnos una satisfacción total o la felicidad estable que buscamos, basicamente porque la ecuacion está mal planteada.
Entonces nos quedamos corriendo ahí, en el terreno de lo imposible. Traduciéndolo: sufrimiento, sufrimiento, sufrimiento...hasta que nos salgamos de La Matrix.
– Habitamos este mundo material pero pertenecemos a otro- me dijo Kaare tiempo atrás.- El arte está en recordarlo…Tenemos que tener un pie en esta realidad y el otro en “la otra”, y así poder jugar. Jugar como un juego de mesa, de fichas y movimientos, con gracia, disfrute y entusiasmo…Cómo lo que es en realidad: un juego de causas y efectos.La sabiduría radica en comprenderlo, bien en lo profundo. En poder entrar y salir, sin apego, sin tanto drama, porque esa no es la verdadera lucha. El objetivo no está en esos resultados sino en la manera en que libramos la batalla.
Son solo movimientos, prueba y error, y si lo vemos así hasta es divertido. Es un aprendizaje constante… ¿Cuál será la próxima aventura por sortear?– se ríe- ¿Qué me deparará el próximo nivel?
(...) Somos mucho más de lo que podemos ver en este plano y eso es lo que debemos recordar. Cuando entendemos eso todo cambia de forma y de sentido”.
Las distintas prácticas o tradiciones buscan por distintos caminos acercarnos a una experiencia de unidad: el Yoga ( por medio de la unión cuerpo- mente- espíritu), Bhakti Yoga (devoción), Jnana Yoga (conocimiento), Karma Yoga (acción desinteresada), Budismo (comprensión de la verdadera naturaleza de la existencia y del sufrimiento), Advaita Vedanta (experiencia de la no dualidad ).
Por medio del cuerpo, de la consciencia, de la introspección, de la energía, del intelecto, de la devoción, de la entrega… pero al final, todo lo que buscamos afuera está adentro nuestro. Siempre estuvo ahí, siempre lo tuvimos, solo necesitamos volver a eso.
Al final… el camino siempre es hacia adentro. Con ayuda del afuera, transitando y accionando en el afuera pero hacia adentro… y hacia El Todo.
“No hay nada que aceptar, nada que rechazar, nada que disolver. ¡Nada a lo que aferrarse, nada que soltar, nada que disolver! Ésta es la verdad: No hay nada que abrazar, nada que renunciar,nada que disolver! Libre de apego, libre de deseo,quietud. Así soy yo, el Real, ¡oh, qué maravilloso! Pero en este yo, no hay nada que abrazar, ni nada que rechazar. Cuando no existe este pequeño y de mala calidad “yo”,hay libertad. Cuando existe el “yo”, hay esclavitud. Considera esto. Es fácil: Tú eres el Espacio claro de la conciencia. Puro y quieto, ilimitado y libre, sereno e imperturbable. En quien no hay nacimiento ni muerte. Ninguna actividad de la mente,ningún “yo”. Sabe que eres libre. Por siempre y verdaderamente libre. Libre del “yo”, libre de lo “mío”. Cuando sabes esto en tu corazón, que no hay nada, estás muy quieto, como si hubieras terminado”
Astvakar Gita
y un regalo de Kaare ( Vijay Shyam ) mi Gurú danés (1)
(1) https://nondual.dk/ Léanlo, es todo lo que está bien.
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